Transformación 59: Los niños de San Ildefonso

Por anónimo

El morenito inclina la cabeza y susurra a su compañero a la oreja. A pesar del traje, los dos tienen cara de traviesos
- Nos toca ya??
- No, aún tienen que cantar cuatro más, y luego vamos nosotros…
- A mí me ha tocado el bombo pequeño
- A mi el grande
- Claro, idiota, por eso estamos los dos esperando… si esqueee…
- Has visto aquellos dos señores de allí, cómo nos miran?
- Si, el de la barba y el canijo, están desde que sacaron las liras, y no quitaban el ojo de las tolvas hasta que han entrado todas las bolas. Ahora hace rato que nos miran, da un yuyu…!
- Tu crees que son de los que vienen a vernos para adoptarnos?
- No sé, tío, no tendrías que pensar esas cosas… ya sabes que a nuestra edad es súper difícil… como no cantemos el gordo… y esos no tienen pinta de pareja de hecho… además, a ti te gustaría ir con gente tan vieja? Y a mi que me da que esos huelen a muerte...!
- Tío, tu estás muy mal!! Joder, siempre la misma historia de la muerte, desde parvulario. Eres un llorón!! … eh, que nos toca!!
- Vamos!
- Vamos, y suerte!!
Los dos niños se adelantan hasta sus sitios, los bombos giran y una bola del bombo grande cae. El niño la recoge, la gira, la muestra hacia las cámaras y canta:
- Seismiiiiltrescieeeentooos ochentayyyyuuuunooo
Mientras, el bombo pequeño ha escupido una bola de premio:
- Treeeees millooooooooooneeeeees deeeeeeeeeeurooooooooos!!!
Los dos niños se miran con los ojos brillantes, y con una gran sonrisa se dirigen a la mesa con sus bolas en la mano.
Entre el público, los dos hombres se miran con complicidad, y asienten…

Nota: Anónimo no tiene blog.